miércoles, 20 de septiembre de 2023

Más Allá de los 10 Metros: Desmitificando la Felicidad


 


¿Alguna vez te has sentido como si la felicidad siempre estuviera a punto de alcanzarse, pero nunca verdaderamente al alcance? Te invito a explorar tres perspectivas distintas sobre esta emocional montaña rusa que llamamos felicidad.

1. La Felicidad Siempre en Movimiento:

La mayoría de nosotros ha caído en la trampa de pensar que la felicidad siempre está "justo ahí", esperando ser alcanzada. Desde nuestra juventud, nos dicen que alcanzaremos la felicidad una vez que lleguemos al siguiente hito: graduarnos, conseguir ese trabajo soñado, comprar una casa, y la lista continúa. Pero, curiosamente, cada vez que creemos estar cerca, la meta se mueve un poco más lejos. Es como si la felicidad jugara a las escondidas, siempre a 10 metros de nosotros, sin importar cuánto avancemos.

2. La Dualidad de la Felicidad y la Tristeza:

La verdadera apreciación de la felicidad surge de haber experimentado su opuesto: la tristeza. Si estuviéramos constantemente sumergidos en un estado de alegría, ¿podríamos realmente entender y valorar esa emoción? El contraste entre los altos y bajos de la vida nos permite apreciar verdaderamente los momentos felices. Así como un día soleado es más valorado después de una semana lluviosa, la felicidad es más dulce después de haber experimentado la tristeza.

3. La Búsqueda de la Paz:

Contrario a la creencia popular, lo que realmente deseamos en el fondo no es la felicidad per se, sino la paz y la tranquilidad. La sociedad moderna nos bombardea con la idea de que necesitamos más: más aventuras, más posesiones, más experiencias para sentirnos completos. Pero, en realidad, lo que muchos de nosotros realmente queremos es sentirnos en paz con nosotros mismos y con nuestro entorno.

Conclusión:

La felicidad es un viaje, no un destino. Mientras que es natural anhelar la felicidad, es crucial recordar que su verdadera esencia se encuentra en cómo elegimos enfrentar cada momento, bueno o malo. Más que buscar una felicidad constante y efímera, aspiremos a cultivar una sensación profunda de paz y bienestar en nuestras vidas.

lunes, 4 de septiembre de 2023

¿Cuándo confrontar y cuándo guardar silencio?


En una conversación reciente con alguien a quien respeto y considero un maestro, me lanzó una inquisitiva pregunta: “¿Cuándo realmente vale la pena pelear?”. Mi respuesta impulsiva fue que nunca es el momento. Sin embargo, me retó argumentando que a veces es inevitable defendernos. Y tenía un punto. Hay situaciones que exigen que nos defendamos y protejamos nuestras creencias. Entonces, ¿cuándo es el momento correcto para enfrentar en una guerra? ¿Cuando estamos convencidos, cuando sabemos que tenemos razón, o cuando nuestros valores están en juego? La claridad llegó con su respuesta: “Solo deberías enfrentar una batalla cuando estés seguro de que puedes ganarla”. Sus palabras resonaron con profundidad en mí.

Mirando hacia atrás en mi vida, recordé las numerosas veces que enfrenté conflictos, a menudo sin éxito. Muchas veces, emprendí batallas sin una base firme o en situaciones donde el triunfo era improbable. Estas luchas no solo causaron tensión en mis relaciones, sino que también me desgastaron. Aquella rigidez resultó en continuos desacuerdos con colegas, jefes, pareja y amigos. A pesar de las cicatrices de ese camino, aprendí la lección vital de elegir mis batallas sabiamente.

Es esencial no solo anticipar la victoria, sino también sopesar el costo de ese triunfo. Tomemos un ejemplo: en una reunión social donde se discuten temas políticos. Antes, me sumergía en debates apasionados, armado con datos y estadísticas, para probar un punto. Pero ¿a qué costo? ¿Causar tensiones, crear divisiones, o incluso alienarme por mis convicciones? No sugiero reprimir las opiniones, pero es esencial preguntarnos: ¿Vale la pena iniciar un conflicto por ello?

La filosofía de "enfrentar batallas solo cuando es probable ganar" ha transformado mi vida, reduciendo frustraciones y fomentando la armonía con quienes me rodean. Te animo a reflexionar sobre esta perspectiva. Aunque no pueda garantizar que te funcione de la misma manera, puedo decir que vivir sin estar en constante defensa es liberador.

¿Tomar pastillas: bueno o malo?

¡Hola a tod@s! Espero que se encuentren bien y que su semana haya estado llena de éxitos, tanto físicos, psicosociales como espirituales. Má...